Anna Burgess

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Batallas en el dormitorio

Una de las cosas que mi Padre me dijo cuando Mark y yo estuvimos recientemente casados (y en medio de una discusión) fue que nosotros necesitábamos reconocer los poderes de la oscuridad en nuestras peleas. 

A satanás no le gusta el matrimonio y el hará todo lo que pueda para que estén divididos.

Mi Padre me dijo que el había aprendido a dejar una discusión que este teniendo con mi Mamá, ir a baño y orar, y comandar a la mano del enemigo a que deje el lugar. Al regresar el encontraría difusas las emociones en la discusión.

Nosotros habíamos encontrado lo mismo. 

No es sorpresa que las 'parejas que oran juntas, permanecen juntas' (1% tasa de divorcio, vs. 50% en parejas que no oran), como esas que oran juntas reconocen que ellos están en el mismo equipo, pero hay fuerzas que tratan de separarlos. Y ellos activamente oran en contra de ello.

Y no es solo con discusiones.

El enemigo odia el sexo también. El intentará todo para intentar y detenerlo. Pequeños argumentos, cansancio repentino, e interrupciones de los niños. Y si usted tiene niños, ¡ustedes sabrán a lo que me refiero!

Justo acomodándonos para una noche juntos (click, click), y uno de los niños se levantará gritando asesinato azul, o deseando un vaso de agua.

Pero, he encontrado, que si hago una oración de protección sobre nuestro tiempo juntos, los niños raramente nos molestan.

(También hemos encontrado que es importante priorizar tiempo juntos cada semana – tenemos una noche de cita separada cada semana, en donde sabemos que tendremos tiempo para hablar y estar juntos. Nadie más puede reservar ese tiempo con nosotros, y tenemos niñeras en fila que podemos llamar si queremos salir.)

Pocos argumentos en nuestra casa comienzan porque Mark o yo nos hemos propuesto herir al otro. Nunca nos despertamos y pensamos 'Hmmm...¿Cómo le puedo hacer la vida difícil a Mark hoy? o Hmmm.....¿Cómo me puedo asegurar que Anna no se sienta amada hoy? - pero aún, a menudo, el enemigo trae mentiras en nuestras mentes – mal interpretaciones, y pequeñas insatisfacciones. Y luego nuestro cónyuge no lee las señales, y nos sentimos mas no amadas o insatisfechas y antes de que se imagine, bam, un argumento esta en toda marcha.

Pero en esos momentos que hemos parado, y reconocido que el enemigo está tratando de dividirnos, hemos orado, y luego manejado a pacíficamente tener una conversación sobre lo que nos está molestando. Hemos sido capaces de escuchar lo que la otra persona esta diciendo en lugar de leer en los sentimientos. Solo parar a orar es como decir: 'Hey, no estoy de acuerdo contigo ahora, pero aún te amo y te respeto. Necesito ayuda para poder responder a lo que estas diciendo sin ofenderme. Pidamos ayuda a Dios.'

Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

- Efesios 6:12 

¿Cuán seguido usted ora cuándo las discusiones empiezan?

¿Tiene usted tiempo separado para su cónyuge cada semana?

¿Ora usted por protección sobre esos tiempos?