¿Existe tal cosa como el sexo lleno del Espíritu? - Parte 1
Entonces, aquí está. La primera parte de un articulo sobre sexo. Quiero decir, ¿Cómo podemos tener un matrimonio sin ni siquiera mencionar el sexo? Yo esperaba que alguien mas podría escribir un comentario acerca de ello, pero viendo que eso no ha sucedido, ¡parece que me toca a mi! En realidad, en los últimos 2 meses de planeamiento, trate de escribir varios comentarios desde diferentes ángulos, pero ninguno de ellos funcionó. O más bien, la verdad, ninguno de ellos fueron escritos por las razones correctas. Pero cuando pensé que había terminado de escribir todos los comentarios para este mes, Dios me llevó nuevamente a escribir sobre el sexo. Y porque estoy eligiendo hacer cosas que a propósito confrontan mi orgullo, aunque me siento muy vulnerable, decidí compartir a pesar de mi incomodidad. Y se convirtió en dos comentarios. Entonces...aquí estamos...eche un vistazo rápido para ver si nadie está leyendo sobre su hombro, y ahí vamos...!
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Existen muchas formas de tener sexo. ¡Y no estoy hablando de posiciones!
Seamos realistas, hay algunas pocas personas que se sienten cómodas hablando públicamente sobre sexo. Mi rostro se puede tornando en una sombra morada mientras escribo este comentario, pero para mí afortunadamente, ¡No puedo verlo reír!
De vuelta en la introducción hablé acerca de cómo el año pasado una de las preguntas que tuve fue ¿“Existe tal cosa como el “sexo inspirado por el Espíritu Santo”? Ahora esa puede ser una pregunta extraña a preguntarle, pero déjeme llevarlo por mi proceso de pensamiento...
Yo paso mucho tiempo pensando sobre cosas en términos de su valor eterno. Crianza de los hijos: entrenar a los hijos a conocer y amar a Dios e impactar el mundo. Valor eterno. Servir a otros: Construyendo 'puntos' para los grandes “bien hecho” en el cielo, no aquí. Valor Eterno. Responder a la crisis con carácter piadoso/ el tercer vaso de jugo derramado el día de hoy. Valor Eterno. ¿Sexo? Ok, entonces aquí esta el valor reproductivo, y, bueno, se siente bien, pero seguramente deber haber algo más que solo eso? ¿Por qué exactamente escogió Dios el sexo como una parte íntima del matrimonio si no iba a estar en la eternidad? ¿Hay ALGO sobre el sexo que apunta a algo eterno?
Ahora, yo no sugiero que haga una búsqueda en Google sobre sexo espiritual a menos que usted quiera encontrar algunos sitios web realmente raros. Solo confíe en mi. Al menos, en la parte superior del buscador de Google, ninguno esta haciendo las mismas preguntas que yo estoy haciendo en círculos Cristianos. Si usted quiere encontrar un culto o dos, sin embargo....Solo digamos, fue una de esas búsquedas en las que el Espiritu Santo dijo rapidamente “hmmmmm...yo creo que debes parar ahora, en su lugar te enseñare yo, ¿de acuerdo?”
Entonces, Él lo hizo. Y yo me siento un poco extraña en cuanto a compartir los resultados con usted, porque para ser honesta, aún pensar en Dios durante el sexo se sintió un poco extraño por un largo tiempo. (¡Eso no es para implicar que todos mis pensamientos sobre el sexo lleno del Espíritu sucedieron durante el sexo!)
La primera cosa de la que me di cuenta es que hay dos formas de tener sexo.
Obviamente aquí no estoy hablando acerca de posiciones, porque todos sabemos que hay muchas más de ellas.
No, yo estoy hablando sobre Sexo-Buscando-El-Clímax o el Disfrutando-De-Estar-Con-Su-Conyuge-Lo que-sea-Sexo.
No recuerdo una pieza de literatura o articulo sobre sexo, Cristiano o no, que no hablara con un clímax en mente. En los que eran Cristianos al menos se trataba generalmente sobre calentar a la chica para echar a rodar las cosas, ¡y luego sobre técnicas para el chico para no llegar ahí tan rápido!
Y hasta el año pasado nunca me había dado cuenta antes de cuánto la relación sexual entre Mark y yo era juzgada por nosotros como exitosa o no dependiendo del clímax. Usted sabe las preguntas (ok, ahora estoy morada-azul) - “¿Cómo estuvo eso para ti? ¿En una escala del 1 al 10? ¿Lo disfrutaste? Etc. Etc” (¿Es solo nosotros...? ¡Ya me estoy preocupando...!) pero, de repente amaneció en mi que muy a menudo esa es la manera en cómo trato mi relación con Dios también – basada en los clímax espirituales. Yo juzgaba mis tiempos devociones como buenos o malos sobre el nivel de revelación que recibía de leer la Biblia o cuánto me las arreglaba para comprometerme con el Espíritu en oración. Y todavía, todo el tiempo, Dios nunca se molesto tanto sobre eso, tanto como comprometerse en una relación conmigo. Pasar tiempo nunca significó ser sobre lo que podía obtener de la relación, sino más bien viviendo en comunión con el Todopoderoso.
Y así con el sexo. ¿Qué si no fuera nunca más acerca del clímax? ¿Qué si no importara que no hubiera ninguno? ¿Qué si no se tratara de tener el acto hecho antes de las 10pm o de tener nuestra conexión de noche de cita semanal? ¿Qué si solo pudiéramos disfrutar el estar desnudos juntos. Disfrutando el momento. Actuando juntos. Conversando. Lo que sea. ¿Disfrutando la compañía del uno al otro y nuestros cuerpos sin la concentración en el clímax?
Wow. Créame, esa revelación fue un movimiento de tierra.
Porque la cosa es, cuando deja de ser sobre la revelación, y empieza a ser sobre actuar e intimidad con Dios, asombrosas revelaciones vienen como un producto de recostar su cabeza en el hombro del Todopoderoso.
Cuando deja de ser sobre el climax sexual, y empieza a ser sobre estar con la otra persona...bueno, solo digamos, que hay un nuevo nivel de libertar (¡click,click!).
¿Cómo es su relación sexual con su cónyuge?
¿Tiene usted más Sexo-Buscando- El- Clímax o Disfrutando-De-Estar-Con-Su-Conyuge-Lo que sea-Sexo?
¿Qué hay sobre sus tiempos con Dios? ¿Está usted inclinado a buscar la revelación o el disfrute del momento?
Mañana: Parte 2
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